Certificaciones de origen y comercio moderno
Valeria Biagiotti Embajadora de Italia en Chile
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Valeria Biagiotti
Las certificaciones de origen están ganando un rol siempre más importante en los diferentes mercados ya que además de proteger los productores, estas representan una forma de tutela del consumidor que a la hora de adquirir un producto certificado tienen la certeza que este es auténtico y único.
Las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas son reconocidas a diferentes niveles, como a nivel internacional, gracias a herramientas como el Sistema de Lisboa de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que ofrece protección en los países que adhieren. Representan una garantía de calidad, que remite excelentes productos eno-gastronómicos a su territorio de origen.
“La preocupación permanente de Italia para obtener las certificaciones de sus productos ha sido clave para el éxito de sus exportaciones. Un camino que Chile puede recorrer para fortalecer su capacidad exportadora en el favorable contexto del Acuerdo de Asociación Avanzado firmado con la UE”.
Además del impacto económico favorable y la garantía de calidad para el consumidor, las certificaciones tienen formidables repercusiones positivas para la conservación de la biodiversidad, de las tradiciones locales, y para la promoción económica y rural de un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo de las áreas de origen de la producción eno-gastronómica certificada.
También en Chile se ha reconocido la necesidad de proteger sus productos junto a los italianos y a los del resto del mundo.
Es un hecho que el reconocimiento concedido por Chile a través del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) a cuatro denominaciones de origen italianas - “Grana Padano” en 2015, “Asiago” en 2018, “Parmigiano Reggiano” en 2019 y “Gorgonzola” en 2023 está contribuyendo a que los consumidores chilenos sepan que están comprando productos genuinamente italianos, evitando así los intentos de imitación, incluso mediante el l así denominado “Italian Sounding”.
Cabe señalar que en el contexto europeo Italia posee el mayor número de certificaciones, con 855 productos registrados, de los cuales 529 son vinos y 326 productos agroalimentarios, sobre un total de 3.115 productos registrados en la Unión Europea. Se estima el valor total de la producción certificada DOP e IGP superó en 2022 los 20 mil millones de euros.
La preocupación y el esfuerzo permanente realizado por Italia para obtener las certificaciones de sus productos ha sido un factor clave para el éxito de sus exportaciones. Un camino que Chile puede recorrer para así proteger sus producciones y fortalecer su capacidad exportadora en el favorable contexto del Acuerdo de Asociación Avanzado firmado entre la Unión Europea y Chile el pasado mes de diciembre, que además permitirá que un número mayor de productos italianos sean protegidos.
El tema de la certificación de la producción italiana asume una relevancia especial en un día como hoy, 15 de abril, ya que por primera vez se celebra el Día Nacional del “Made in Italy”, jornada decretada por el Gobierno italiano y destinada a apoyar y promover tanto a nivel nacional como internacional las excelencias productivas y el patrimonio cultural italiano.